miércoles, 21 de noviembre de 2012


POLÍTICAS DE PREVENCIÓN QUE SE DEBE TENER EN CUENTA

Prevención social. Acciones dirigidas a proteger la calidad de vida del vecino del distrito. Con políticas de tipo educativo, cultural, deportivas y urbanístico, etc. En general se incide en las zonas en las que se consideran más vulnerables para la comisión de delitos.

Prevención ambiental o situacional. Hay dos tipos bien distintos:

Primero son acciones destinadas a reducir las oportunidades para poder delinquir. Este tipo de política encuentra su base teórica en la llamada criminología Preventiva de los países latinoamericanos y tiene su base en la consideración del infractor como un sujeto racional que actúa según un cálculo de coste / beneficio. De este modo, modificando el ambiente, "poniéndole las cosas más difíciles" al infractor, éste desiste cometer el delito o falta. Un ejemplo claro de esto es, desde las cámaras inteligentes, el sistema  GPS, hasta los vecinos vigilantes, las rejas  que se han colocado en diferentes zonas residenciales de lima, para impedir a los ciudadanos desconocidos que transiten por el lugar. El efecto de este tipo de medidas, obviamente, no soluciona ni da  fin al problema sino que solamente la previene y la desplaza temporalmente del lugar.

Segundo, el  grupo de actuaciones, tienen como finalidad intervenir en el medio para crear un entorno agradable, limpio, iluminado, ya que se ha constatado que el entorno es uno de los factores que más inciden en el sentimiento de inseguridad. Ejemplo de ello es la mejora de una zona degradada o la potenciación de actividades lúdicas en un lugar, sector, parque o plaza considerada de riesgo. Ese tipo de acciones influye indudablemente en el sentimiento de seguridad y no inseguridad de la población

Vigilancia vecinal . El tercer tipo de política de prevención es la vigilancia vecinal con su participación activa y organizada de los vecinos, para incrementar la seguridad y mejorar la calidad de vida del Distrito, la colaboración de los vecinos con personal de Serenazgo y la Policía Nacional son auténticas redes de información que se extienden en una zona o sector vecinal, con la finalidad de prevenir delitos y faltas, Investigaciones como la realizada por Rosembaun en Inglaterra revela que este tipo de medidas y acciones de prevención, no está probado que reduzcan objetivamente la inseguridad, sin embargo despierta una cierta intolerancia y "sospecha" hacia toda actitud de personas extrañas.
En USA esto ha hecho que cada barrio de este tipo sea una "pequeña fortaleza" en la que no puedes entrar a menos que conozcas a alguien.

Dos notas fundamentales caracterizan las políticas de prevención integrada:

TIENE COMO MARCO IDÓNEO LO LOCAL (CIUDAD, VECINDAD, BARRIO.-Se parte de la base de que la inseguridad y la micro criminalidad deben ser afrontadas desde la base, con medidas especificas a nivel local. Las acciones de prevención, antes de su puesta en marcha, requieren un estudio con profundidad del territorio problemático y de los "actores sociales" que intervienen en él. El marco privilegiado para el desarrollo de estas acciones es, por tanto, la ciudad y, mejor aún, el barrio.

PARTICIPACIÓN DE UNA MULTIPLICIDAD DE ACTORES.- Tradicionalmente la salvaguarda de la seguridad urbana era una tarea que competía sólo a las fuerzas del orden (Policía Nacional) y al  Poder Judicial quien administra justicia. Sin embargo, el nuevo concepto de seguridad requiere una actuación transversal, un abanico amplio de instituciones, comités, organismos y colectivos que de forma coordinada lleven a cabo acciones de  captación, capacitación y difusión que motiven a los vecinos a su participación en seguridad ciudadana.

 
Modelos de seguridad ciudadana:
Modelos de ciudad. El modelo de seguridad urbana que se propone ha de venir acompañado de un replanteamiento de la ciudadanía y por tanto de la ciudad. Una política de seguridad objetiva es la prevención como integración de colectivos marginados, atienda a las causas del creciente sentimiento de inseguridad. He apuntado que la escasa comunicación, el abandono de los espacios, la cultura poco tolerante con las diferentes ciudades y ciudadanos, son factores que inciden directamente sobre este sentimiento de inseguridad como fenómeno que nadie se atreve a paralizar.

El reto, es claro, ¿queremos caminar en materia de seguridad hacia un modelo de ciudad como los Ángeles, una ciudad dividida en ghettos (barrios pobres) y búnkeres (barrios ricos), llena de espacios "intransitables", donde todos lo vecinos están pensado emigrar al exterior y donde los centros comerciales más modernos se construyen siguiendo el modelo de cárcel "panóptica" o, por el contrario, optamos por un modelo de ciudad abierta, tolerante con las diferencias, sin zonas prohibidas, en la que se potencia la identidad del vecino moderno o de  barrio y el contacto entre individuos, a través de zonas peatonales y actividades en las calles?. En suma, seguridad como bien público o como patrimonio de unos pocos.

 RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD.

Con el fin de mejorar los niveles de seguridad y para la ejecución de la población en he visto por conveniente poner en sus manos la presente cartilla, que contiene información sobre cómo prevenir situaciones que podrían afectar la seguridad a cualquier ciudadano.

En este material encontrará recomendaciones para actuar adecuadamente, en su hogar o en la calle, ante la posibilidad de un asalto, secuestro u otro hecho desagradable.
De este modo, los ciudadanos deben ser más responsables en su vida cotidiana y estar comprometidos con su propia seguridad y la de sus semejantes, promoviendo una cultura de prevención para garantizar la paz y la tranquilidad social.
Recuerde."Seguridad Ciudadana Compromiso De Todos"

MEDIDAS DE SEGURIDAD
v  Ante el peligro, tu vida es lo más valioso.
v  Primero es tu seguridad, luego tu comodidad.
v  Es preferible pecar por exceso de seguridad; que sufrir por dejadez.
v  Prevenir es mejor que lamentar.
v  La rutina es enemiga de la seguridad.
v  Sé precavido ante los riesgos o peligros. 

San Isidro un Distrito innovador y ejemplar……….

"Encerrarnos" en casa hace que veamos a los nuevos "pobladores" de los espacios públicos y, en ocasiones, también a los espacios en sí como amenazantes o extraños. De esta manera, la reducción de la comunicación social produce el abandono de los espacios públicos, se pierde el control sobre el territorio y se consiente que lo ocupe el que es visto como "el otro", el extraño,... y en ocasiones, como "el enemigo", trayendo consigo un inevitable sentimiento de miedo, de inseguridad, de pérdida del control. En este aspecto aparece como fundamental la actuación de los gobiernos locales y del tejido asociativo, en el sentido de potenciar el apoyo logístico, los medios de comunicación entre personas y grupos de una misma zona.
Un ejemplo de ello son las acciones de patrullaje preventivo y disuasivo que se están implantando en algunos barrios de las grandes ciudades. Por ejemplo, en el Distrito de San Isidro se ha creado y puesto en práctica desde el año 2002 el “PLAN LUCIÉRNAGA”, la misma que por su estrategia y técnicas en patrullaje en la que sus integrantes han sido preparados, dan la total confianza a sus vecinos de tal manera que han facilitando la convivencia vecinal.

Además es precisa la actuación de este gobierno local para crear (o al menos innovar) una ciudad "viva", iluminada y limpia que es agradable para el vecino y transeúnte, ya que esta es una de las claves para fomentar la seguridad. Porque una ciudad segura es una ciudad transitada, una ciudad en la que los ciudadanos hagan más vida en el exterior, con actividades en las plazas, con centros comerciales, parques con diversiones para los niños, etc. En fin, se trata de revitalizar los lugares públicos, los lugares de encuentro, pues es claro que no se construye seguridad no saliendo de casa o no dejando salir al otro. Este distrito también lo ha hecho como ejemplo de seguridad para prevenir las acciones delictivas y la criminalidad fomentando la participación ciudadana con su programa “VECINO VIGILANTE”, es un observador de lo que sucede en el exterior, cooperando con sus vecinos en la organización de seguridad, colaborador con Serenazgo para la información y prevención de delitos y faltas que afecten la tranquilidad, el orden y la seguridad del Distrito.
Este tipo de acciones en Lima la prensa la define  como "acciones que se demuestran capaces de reducir  comportamientos no deseados en la seguridad - recurriendo a soluciones distintas a las que ofrece el sistema penal."

LA SEGURIDAD CIUDADANA DEBE SER PREVENTIVA Y NO REPRESIVA

Sobre la base de los dos interrogantes propuestos se puede edificar una alternativa al actual modelo. Para ello es preciso redefinir el concepto de seguridad y asociarla a principios como la libertad, la justicia social, la participación ciudadana y la igualdad. Pero antes de esto, para construir un concepto democrático de seguridad es preciso redefinir el concepto de ciudadanía.

Partimos de la base de que no todos los ciudadanos tenemos las mismas necesidades en materia de seguridad, como en muchos otros ámbitos de la vida. Cada colectivo tiene una percepción distinta de lo seguro y de lo peligroso. Por ejemplo, en un barrio céntrico de una ciudad conviven ancianos, pirañas, prostitutas,  personas sin hogar, etc. Las vivencias y necesidades de unos y otros van a determinar su percepción de la seguridad, que en más de una ocasión será completamente opuesta: no es infrecuente que lo que para un colectivo suponga seguridad, para otro pueda producir inseguridad.

La importante carga subjetiva que influye en la seguridad se ha puesto de relieve en las encuestas de victimización realizadas en la presente década en el Distrito de San Isidro, y Lima metropolitana.

Numerosas investigaciones demuestran que el sentimiento de inseguridad tiene escasa relación con el riesgo objetivo o con las experiencias de victimización y depende en gran medida de otros factores como:

Condiciones personales (edad, sexo,...). Estudios de victimización concluyen que las personas ancianas tienen muchas menos probabilidades de encontrarse con el peligro que las jóvenes, sin embargo se sienten generalmente mucho más inseguras.

Condiciones sociales (entorno del  trabajo, lugar donde reside, donde frecuenta y quienes lo frecuentan, redes de socialización y hábitos de vida.

Mayor o menor vulnerabilidad al mensaje de los medios de comunicación de masas. Los medios de comunicación son uno de los responsables del creciente sentimiento de inseguridad que se respira entre los habitantes de las grandes ciudades. Un ejemplo clarifica esto: Italia, hace 100 años poseía una tasa de homicidios por 100.000 habitantes similar a la que actualmente posee el país más violento del Mundo: Colombia. Esto refleja que la sociedad italiana es ahora mucho menos violenta que lo era hace un siglo y, sin embargo, la percepción del ciudadano es totalmente la contraria. Se puede aplicar aquí la frase "lo que no está en los medios, no existe" y lo que aparece en ellos se percibe como habitual.

­           Las políticas de seguridad, para que sean verdaderamente eficaces y respetuosas con los derechos de todas y todos los ciudadanos han de construirse sobre el reconocimiento de las diferentes necesidades de cada colectivo en esta materia. Porque, actualmente en este modelo pretendidamente objetivo, ¿quién se ocupa de la seguridad de los vagos, de las prostitutas de la calle o de los chicos y chicas adictos a todo tipo de drogas, gente de mal vivir, huérfanos que tienen que malvivir o morir en las calles sin la sustancia de seguridad.

­        Se impone por tanto concebir la seguridad ya no como la defensa de unos ciudadanos frente a otros, sino como un gran "pacto de convivencia" en el que todos los colectivos tengan cabida. Aquí es importante la labor de mediación de las instituciones locales y de las asociaciones.

­    Nuestro sentimiento de inseguridad tiene mucho que ver, además, con la ruptura de la comunicación interpersonal o intergrupal, con el estilo de vida poco comunitario que impera en nuestra sociedad y que está llevando a los ciudadanos a abandonar paulatinamente los espacios públicos.

FRENTE A LA INSEGURIDAD CIUDADANA
SE NECESIDAD DE UN "PACTO DE CONVIVENCIA EN EL PERÚ

La seguridad como exclusión.

En la actualidad hablar de seguridad ciudadana es hablar de represión de las fuerzas del orden y, en última instancia, de segregación de quienes son considerados peligrosos. En suma, hablar de seguridad es hablar de exclusión frente ala inseguridad ciudadana.

La verdad es que existen algunos programas alternativos que priman en la prevención de la criminalidad frente a la represión, como los de la ciudad de Lima y sus Distritos y otros similares en diversos lugares del Perú, sin embargo, este tipo de estrategias representan una excepción frente a la regla general del incremento de las medidas represivas y de las actuaciones urbanísticas que hacen que la ciudad sea cada vez más intransitable.

Los rasgos más significativos del modelo de seguridad actual, que he denominado seguridad como exclusión, son los siguientes:

La actuación en seguridad es hoy patrimonio de la Policía Nacional, de los juzgados y tribunales, no tomando en cuenta el apoyo que brinda los gobiernos locales mediante el servicio de Serenazgo.

Predominando la idea de culpabilizar al excluido (al delincuente, criminal, desempleado, al drogadicto, a la prostituta) actuando frente a estos colectivos únicamente desde la represión.

la proliferación de la seguridad privada hace difícil pensar en ella como un bien público. Lo cierto es que la seguridad es cada vez más uno de los principales símbolos de status económico, que diferencia claramente al que posee del que no. En suma, como afirma MAKE DAVIS en una de sus entrevistas, "la seguridad es, cada día más, un estilo de vida".

Este urbanista de los Ángeles considera que en la construcción, tanto de urbanizaciones como de espacios públicos, prima cada vez más la idea de "espacio defendible". Es cierto que los espacios públicos, privados o pseudo-públicos como los centros comerciales, se construyen en función de dos principios opuestos: una cierta hostilidad hacia el exterior y una sensación de seguridad y comodidad en el interior.

Pero, ¿qué hay de la eficacia de este modelo?...
Destaca en este sentido la patente ineficacia de las estrategias preventivas y represivas frente a la delincuencia que se desarrolla de las zonas barriales, conos alejados hacia las urbanizadas, ya que la cifra oscura de algunos delitos menores, como el hurto, se aproxima al 90%. Esto significa que de cada cien hurtos producidos, se denuncian únicamente diez.

Dos interrogantes resumen la crítica al modelo actual de seguridad e introducen la propuesta de sistema alternativo.       

En primer lugar, ¿existe una única percepción de lo seguro y de lo peligroso?

En segundo lugar, ¿la definición de lo seguro es una definición democrática? esto es, ¿quién define actualmente lo seguro?

LA VIOLENCIA Y LA CRIMINALIDAD EN AMÉRICA LATINA
La violencia y la criminalidad son dos de los problemas sociales más importantes y al mismo tiempo los menos entendidos en la actualidad. El sostenido aumento de los delitos en América Latina e incluso la disminución ocurrida en Europa y Estados Unidos no tienen clara explicación (1).
Es evidente entonces que las perspectivas teóricas utilizadas para analizar estos fenómenos son aún limitadas y proveen una interpretación sobre sus causas, consecuencias y formas de prevención aún precarias. Esta carencia de cuerpos teóricos analíticos que permitan analizar estas problemáticas como fenómenos sociales, aumenta el uso del sentido común que enfatiza el componente individual del fenómeno violento.
De esta forma, la percepción que hay gente que “opta” por ser violenta o por cometer delitos se ha instalado en mucho de la discusión cotidiana sobre el tema. De igual forma las propuestas de solución tienen un cariz cada vez más represivo y punitivo, sin considerar el verdadero impacto que tienen estas propuestas.
La presencia de enfoques diversos y especializados sobre la violencia y la criminalidad han generado un manejo inadecuado de estas categorías. Por lo que se tiende a confundir conflicto con violencia, violencia con criminalidad y esta última con sensación de inseguridad. Esta falta de claridad en la utilización de los términos origina serias consecuencias en el análisis y tiene implicancias relevantes en la formulación e implementación de políticas públicas. En medio de la ambigüedad hay un elemento transversal de acuerdo y consenso: la necesidad de vincular al gobierno local en las tareas de prevención y control del delito. Sin duda la definición de los problemas que ocurren en una determinada ciudad, barrio o localidad se realiza con mayor detalle a nivel municipal y por ende las soluciones pueden tomar una característica más participativa y directa.
La participación de los gobiernos locales enfatiza la necesidad de mecanismos de prevención para los problemas encontrados en cada realidad. De esta forma, la participación y fortalecimiento de dichos niveles de gobierno es un requisito principal para el desarrollo de políticas de seguridad multidimensionales con iniciativas de prevención y control desarrolladas coordinadamente. Bajo esta premisa nace la presente publicación como parte del resultado y sistematización del Proyecto Prevenir (Promoción de Buenas Prácticas de Participación Comunitaria en Prevención del Delito) de la Red 14, Seguridad Ciudadana en la Ciudad, del Programa URBAL. El proyecto unió a diversos gobiernos locales de América Latina y Europa con el fin de intercambiar y analizar sus experiencias en materia de prevención del delito, especialmente aquellas vinculadas con el aumento y consolidación de la participación de la ciudadanía. El trabajo de todos ellos a lo largo de un año tuvo como resultado no solamente el intercambio, sino también el análisis de las propias realidades locales, donde afloraron temáticas no exploradas y necesidades que buscan respuesta. En este esfuerzo valoramos especial-mente el trabajo del Municipio de San Joaquín (Chile) liderado por el alcalde Sergio Echeverría, encargado de coordinar el proyecto a través de la directora ejecutiva de la Corporación de Desarrollo Urbano Nuevo San Joaquín, Isolda Zamorano. También reconocemos la labor comprometida y la activa participación de los municipios socios: Bellavista, Perú, con su alcalde Juan Sotomayor y la representante para el proyecto, Gabriela Guerra; Santa Tecla de El Salvador, a través de su alcalde Óscar Ortiz y la consejera Eunice Olan; Dodecaneso de Grecia, representado por el prefecto Ioannis Maheridis y los encargados del proyecto Veneris Panaiotis y María Andrade, y la Provincia de Padua, con su presidente Vittorio Casarin y sus representantes para el proyecto Giacomo Michieli y Nicola Modica. Sin su activa participación en los seminarios desarrollados en Chile y El Salvador, así como el constante intercambio de información, esta publicación no hubiera sido posible.
 Finalmente, en muchos países los diversos poderes del Estado se culpan por los problemas, el enfrentamiento más reconocido se genera entre las policías (que argumentan detener para que los jueces liberen) y los jueces (que argumentan que las policías detienen personas sin recolección de evidencia que permita generar una condena).

 
1.- SEGURIDAD PÚBLICA; PREVENCIÓN DEL DELITO; SEGURIDAD CIUDADANA; DELINCUENCIA; AMÉRICA LATINA. - Seguridad y violencia: desafíos para la ciudadanía. Editado por Lucía Dammert y Liza Zúñiga. Santiago, Chile: FLACSO, 2007. ISBN: 978-956-205-219-1